CADA II, pron., del lat. vg. CATA, y éste de la preposición gr. κατĮ ‘desde lo alto de’, ‘durante’, ‘según’, que se empleaba en locuciones adverbiales de sentido distributivo (κατ’Ɔνιαυτóν ‘en todos los años’, κατĮ τρεƗς ‘de tres en tres’, καȎ’ƅν ‘de uno en uno’).
Para el uso en latín vulgar y en romance primitivo, V.
FEW II, 482-3; para los varios usos del vocablo en castellano, Cuervo,
Dicc. II, 14-18. En latín vulgar se empleó primero adverbialmente, como en griego, y a menudo con reduplicación del sustantivo correspondiente (
unum cata unum), construcción que se conservó en castellano primitivo en la frase
an cada año (<
ANNUM CATA ANNUM)1; se generalizó mucho el uso de
CATA UNUM =
καȎ’ƅν, de donde el cast.
cada uno, como unidad estereotipada; lo usual en la Edad Media fué
cad’uno (asegurado por el metro en Berceo,
S.
Or. 137
c;
Alex. 1375
c), pero
cada guno en el
Poema de Yúçuf, ed. Rivad., 44. Una vez adquirido este valor pronominal, se le dió el doble empleo sustantivo y adjetivo, y así se dijo
cada un año (todavía en el
G.
de Alfarache,
Cl.
C. III, 165.11; V, 15.1) o con cualquier otro sustantivo
2; luego se abrevió
cada un año en
cada año y quedó la palabra con su valor definitivo de pronombre adjetivo. Pero en la Edad Media y hasta el S. XVII se percibe mucho de su carácter originario de preposición en construcciones donde hoy emplearíamos
cada uno en vez de
cada (ejs. en Cuervo, 2
b, y pp. 17-18; Bello,
Gram., ed. 1936, § 201; M. P., ed. de Yúçuf, § 22): «mi padre nos abrazó a todos... dando a cada uno su parte, que... fueron
cada tres mil ducados» (
Quijote I, xxxix,
Cl.
C. IV, 11: es decir, ‘tres mil ducados a cada uno’); también en la construcción frecuente
cada ’l día, con artículo (
P.
de Alf.
XI, 81; J. Ruiz, ed. Rivad., 1319; Timoneda,
Patrañuelo, ed. íd., p. 130; Lang,
MLN II, 370), y aun quizá en el hecho de que en Castilla la Vieja, Asturias y Navarra se pronuncia como voz inacentuada (pero acentuada en el Sur de España y en América: Navarro Tomás,
RFE XII, 374). Entre otras locuciones anticuadas o dialectales nótese
cada que ‘siempre que’, que es medieval castellana (
Alex.
O, 1696; J. Ruiz, ed. Rivad., 236;
Gr.
Conq.
de Ultr., p. 445;
Historia Troyana, 1.27; Tilander,
Fueros de Aragón, p. 229; etc.) y gallegoportuguesa (D. Denís, v. 2451; Gómez Chariño:
BRAE XVII, 684)
3, y si bien ya J. de Valdés la consideraba inaceptable (
Diál.
de la L., 104.7), pasó a América y ha sobrevivido en el Norte Argentino (L. Lugones,
BRAE, IX, 720; Carrizo,
Canc.
de Jujuy y
Canc.
de Tucumán, glos.). Para las formas antiguas
quiscadaúno,
cadascuno y
cascuno, resultantes de varios cruces de
cada uno con el lat.
QUISQUE, vid. Cuervo, p. 19, y
DHist. La combinación
cada qual no es creación reciente: ya era usual en 1588, pues está en el
Passo Honroso de Juan de Pineda: «Suero de Quiñones dixo... que non se curaba él de lo que
cada qual quisiesse descir» (65 [55
b]).